Constituye una ruta idónea para amantes del senderismo y cicloturistas. Su gran riqueza natural y etnográfica avanza a través de túneles y puentes que dan una pincelada de aventura a la marcha. El tramo de 22 kilómetros que va desde Tuñón hasta Entrago, transcurre siempre por terreno asfaltado, con valla protectora, frecuentes fuentes para el avituallamiento y carteles informativos.